El concepto de “Orgánico” es muy recurrente en arquitectura, para mi gusto incluso en exceso. Personalmente, el verdadero sentido de esta “palabreja” se encuentra en la arquitectura de Wright, aunque muchos son los que han seguido experimentando con esta cualidad de la arquitectura. Aun así, esta visión resulta tan personal que a pesar de las influencias entre colegas, lo que uno describe como orgánico acaba limitándose exclusivamente a su propia arquitectura.

Esta sección se abre como un especie de cajón desastre en el que acabarán todos los que de alguna manera se consideran orgánicos. Estad pendientes ya que poco a poco irá creciendo, aunque aviso que seré extremadamente selectivo, no vaya a convertirse en escaparate de cualquier ameba con pretensiones de arquitectura.

Nacido en 1904, este arquitecto americano mostró un talento innato con el dibujo, entrando como aprendiz en un estudio de arquitectura en 1916, con tan solo 12 años. Con 16 diseñaría su primera casa, y en 1930, con tan solo 26, sería socio del estudio… y decir que a esa edad la mayoría de nosotros seguíamos estudiando arquitectura… En sus inicios fue muy influenciado por Frank Lloyd Wright y Sullivan, con los que se carteaba. Wright incluso llegó a desaconsejarle entrar en ninguna escuela de arquitectura, no fuera a perder su esencia creativa tan personal. Clasificarlo resulta complicado ya que por su polivalencia artística se atrevería con todo, desde el estilo Pradera y el Usonia de Wright, pasando de puntillas por el modernismo o el Art Deco, el Constructivismo Russo, la Bauhaus, y finalmente su periodo más personal después de la segunda guerra mundial, para muchos un nuevo expresionismo. Sin duda un espíritu valiente, sin miedo al fracaso ya que tanto experimento te hace cruzar demasiadas líneas rojas. Aun así, si sus alumnos de la Academia de Arte de Chicago en el que dio clases desde 1934, o de la universidad de Arquitectura de Oklahoma desde 1942, le consideraban el mentor más inspirador, creo que esta figura merece ser explorada. Desafortunadamente su carrera casi se trunca en 1955 en una maniobra por expulsarle de la universidad, acusado por su condición de homosexual.

La arquitectura de este norteamericano nacido en San Diego es heredera de la escuela orgánica de Wright. Aunque nunca llegó a ser alumno suyo, una excursión a Taliesin West en 1955 le daría la ocasión de charlar con Wright y así afianzar su interés por la relación entre  arquitectura y entorno. Las influencias del maestro existen, pero con un estilo muy personal y altamente escenográfico, quizás llevado en la sangre ya que el primo de su abuelo, Frederick Law Olmsted, fue el padre de la arquitectura paisajística americana del siglo XIX. Amante de los retos, busca escenarios que le llevan a soluciones orgánicas tan atrevidas que incluso Lautner parece conservador. Si Lautner para mi es el heredero transgresor a la par que elegante de la corriente orgánica de Wright, Kellogg personifica la transgresión algo “macarra” que le insufla cierto aire fresco y divertido a sus obras.