Frank Lloyd Wright  convirtió la Arquitectura Orgánica en su sello personal, alcanzando su mayor representación en su última etapa Usonia. Esta visión de la arquitectura, a contracorriente del gusto mayoritario de su época, supone para muchos el comienzo de la arquitectura moderna. Su obra al completo representa una declaración de intenciones en cuanto a estrategias de diseño arquitectónico en relación con su entorno, más allá de cualquier alusión formal simplista, como podría ser la asociación directa a las formas curvas o la inclusión de cualquier elemento vegetal. A pesar de las duras críticas de un amplio sector de su profesión, la influencia de Wright fue muy notable en todo el mundo, especialmente en el círculo de arquitectos que colaboraron con él.

El caso de Rudolf Schindler resulta paradójico. Actualmente reconocido como uno de los mejores arquitectos californianos de su época y representante del temprano Estilo Internacional del Movimiento Moderno, fue en cambio repudiado por los integrantes de dicho movimiento por su pertenencia al círculo de seguidores de Wright. La mala fama que le otorgó este hecho le abocó al más profundo olvido durante décadas, relegándole a encargos de viviendas de bajo presupuesto. En realidad, su formación en Viena con su mentor Adolf Loos, junto a las influencias adquiridas colaborando en el estudio de Wright, hacen de él una especie de híbrido que bien puede decantarse por los postulados de la Arquitectura Orgánica por su respeto hacia los materiales locales y las condiciones del lugar. 

John Lautner fue uno de los alumnos más destacados de Wright en la escuela Taliesin, siendo por otro lado uno de los pocos que lograra desmarcarse de la influencia formal de su maestro. Tras una colaboración con Wright de seis años, su carrera en solitario refleja un estilo personal muy marcado por la disolución del espacio interior con el entorno, llevada en muchos casos al extremo. Su obra, a pesar de su espectacularidad, no llegó a ser reconocida en vida. Al igual que sucedió con Schindler, este hecho le impidió  realizar obras que no fueran viviendas unifamiliares, con la salvedad de poder moverse en círculos de clientes adinerados. Como curiosidad para los cinéfilos, algunas de sus obras sirvieron de escenario en conocidas películas, incluso para cine X, o eso me han comentado…

Tras la muerte de Wright en 1959, la escuela Taliesin mantuvo su actividad como estudio de arquitectura. La mayoría de los proyectos realizados no lograron librarse del peso que suponía dar continuidad a la obra de Wright, cayendo muchas veces en una simple mímesis sin ninguna aportación novedosa que superara el legado del maestro. Cabe en cambio destacar algunas obras que se describirán en este apartado.