Si visitas la frondosa selva balinesa de Badung, puedes cruzarte con sorprendentes estructuras orgánicas. En 2007, el ecologista John Hardy establecía el primer asentamiento del Green School, un proyecto de comunidad ecológica y autosustentable. Un par de kilómetros al sur, su hija Elora Hardy seguiría sus pasos en 2010 construyendo la primera casa de lo que ya se conoce como Green Village.
El estudio IBUKU lleva desde entonces colonizando el valle del río de Ayung con estas estructuras arbóreas. Combinando fuerza y flexibilidad, el bambú permite estas proezas constructivas que pueden llagar a alcanzar las seis plantas de altura, asomándose con sus formas inclinadas y curvilíneas entre una vegetación que parece engullirlas. El respeto por la naturaleza es tal que su diseño se adapta al terreno sin apenas modificarlo, haciendo única cada construcción.


Esta apuesta formal esconde estrategias de climatización pasiva adaptadas al clima de Bali, sin hablar de los extraordinarios espacios que cobija. El resultado es todo un lujo para los sentidos, una liberación espacial que proyecta sus ocupantes hacia el entorno utilizando el bambú como nexo con la naturaleza.
Estamos comprometidos con cambiar la perspectiva de la gente en el potencial infinito del bambú como material de construcción. La creación de espacios donde la gente pueda sentirse en contacto con la naturaleza sin perturbar es un desafío de diseño emocionante para mí.
John Hardy





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