Citas de autor, Lao-Tsé.


Lao Tsé, o Laozi, que significa “Viejo Maestro”, es el autor del Dao De Jing o Tao Te Ching, piedra angular del taoísmo, y representa la figura de uno de los filósofos más relevantes de la civilización china. En realidad, su existencia histórica ha sido puesta muchas veces en tela de juicio, situándose según la tradición china en el s. VI ac.

Algunas de sus enseñanzas revelan una actitud ante la vida que sirvieron de inspiración a mucha gente, entre ellos Wright.

La realidad del edificio no consiste en las cuatro paredes y el techo sino en el espacio en el que se habita.

Lo que le da su valor a una taza de barro es el espacio vacío que hay entre sus paredes.

Un árbol enorme crece de un tierno retoño. Un camino de mil pasos comienza en un solo paso.

El hombre vulgar cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.

Saber creyendo no saber, eso es lo excelso. No saber creyendo saber, eso es una enfermedad.

Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso.

La moderación es la mejor virtud para gobernar a los hombres y servir al cielo.

Todo lo difícil comienza siempre fácil; todo lo grande comienza siempre pequeño.

Proyecta lo difícil partiendo de donde aún es fácil.

Otras de sus citas…

No quieras saber y no tendrás inquietud.

Lo más natural es hablar poco.

El sabio no enseña con palabras, sino con actos.

El que sabe no habla, el que habla no sabe.

Con buenas palabras se puede negociar pero para engrandecerse se requieren buenas obras.

Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.

La manera de hacer es ser.

Saber cuando uno dispone de lo suficiente es ser rico.

Si das pescado a un hombre hambriento lo nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.

El agradecimiento es la memoria del corazón.

Gobierna mejor quien gobierna menos.

La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.

Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie.

Poseo tres cualidades preciosas que guardo en mí como un preciado tesoro: la primera se llama AMOR; la segunda MODESTIA; la tercera se llama HUMILDAD.

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