Cubiertas de paja, de caña o de palma.


La caña, la palma, y en especial la paja han sido seguramente los materiales más antiguos utilizados para la construcción de cubiertas en la arquitectura popular. A pesar de muchas de las desventajas que podamos encontrarles hoy en día, se trataba de utilizar materiales provenientes de cultivos locales, con muchas ventajas constructivas como su gran ligereza, y otras climáticas como su capacidad aislante e impermeabilizante.

Al ser técnicas tradicionales, no existen patrones constructivos universales, pero sí podemos extraer algunas características generales de cada una de ellas:

Cubiertas de paja.

Palloza de Cebreiro

La paja proveniente de los cultivos locales era un material muy barato, aunque su uso en construcción requería mucho mantenimiento. Aun así, sus propiedades eran bien apreciadas.

Un techo de paja permite la salida del humo del hogar, que a su vez mata los bichos que puedan anidar en ella. Con un espesor mínimo de 30cm, es un magnífico aislante térmico tanto en verano como en invierno, preservando además el calor interno, pero también aísla del ruido, una cualidad muy apreciada a día de hoy.

Su ligereza y flexibilidad le permite adaptarse a cualquier forma geométrica de la estructura, generalmente de madera. En el caso de las típicas casas inglesas, de espesor considerable, se perfilan sus formas redondeadas con casi imperceptibles telas de gallinero, cual redecilla para la peluca de un lord inglés.

Con una pendiente y un sellado adecuados, una cubierta de paja es especialmente estanca, por lo que el agua resbalará conservándola flexible y húmeda.

El agua debe ser evacuada con rapidez, por lo que se aconseja que la pendiente sea elevada, superior a los 40º. El solape entre las fajas de paja es igualmente elevado para garantizar la estanqueidad. Los haces de paja, de 20 a 30cm de espesor, se colocan fijándose con alambre dulce al entramado de listones de madera, empezando siempre por los aleros hacia la cumbrera, cubriendo cada faja unos dos tercios de la faja de la hilera inferior, por lo que se consigue triplicar el espesor total de la cubierta. Los remates son muy importantes, en especial el superior, que suele rigidizarse e incluso es objeto de ornamentación en muchas culturas, como es el caso de Inglaterra.

Ejecución de cubierta de palloza

En condiciones normales, ubicadas en zonas bien ventiladas y soleadas, estas cubiertas proporcionan un gran confort, pero beneficiarse de sus ventajas tiene su precio, ya que requiere de un concienzudo mantenimiento. En muchas ocasiones deben renovarse cada dos años las zonas más expuestas al sol, fuertes lluvias y vientos, además de tener que rehacerse toda la cubierta cada diez años.

Al igual que los climas muy lluviosos, las nevadas copiosas son perjudiciales para las cubiertas de paja, aunque en pueblos como Shirakawago (Japón) no parece haber sido un impedimento. Los techos de estas viviendas Minka son especialmente gruesos, y eran sustituidos cada 30 años ya que terminaban pudriéndose, una labor comunitaria para la que se reunía y participaba todo el pueblo.

En la actualidad, los haces de paja son sometidos a tratamientos antes de su colocación para evitar tanto posibles incendios como su putrefacción. Su resistencia al fuego puede mejorarse impregnando la paja con una solución de fosfato o fosfato de amonio al 4,50%; de borato de sodio o de ácido bórico al 10%, junto con un adhesivo a base de cafeína o gelatina. Para conservarla en buen estado, se puede además utilizar sustancias antisépticas como una solución de sulfato de cobre al 5%, insecticidas naturales… (el uso de insecticida a base de DDT y gamexana se descarta en la actualidad por su toxicidad).

Desde el punto de vista del confort, a pesar de su gran capacidad de aislamiento, una cubierta de este tipo necesitaría el apoyo de otro aislante que le permitiera cubrir las exigencias actuales. La construcción moderna de paja se convierte por lo tanto en cerrada en vez de abierta, lo que desde mi punto de vista desvirtúa en gran medida el sentido original de una cubierta de paja, que es su capacidad para “respirar”.    

Cubierta de caña.

Al igual que con la paja, estas cubiertas aparecen en las regiones en las que se cultiva este material, lo que lo convierte en abundante y económico, además de más práctico para los climas especialmente húmedos.

Suelen utilizarse los tallos de las cañas del género guadua que se dividen para formar tejas. La resistencia mecánica e impermeabilidad de la caña son mayores que los de la paja, por lo que las pendientes pueden ser menores, además de poder intercalar algún elemento que refuerce la impermeabilización.

Las técnicas actuales de fabricación han sabido sacarle partido a la caña, con un sistema que parece la “versión caña del Onduline”, toda una curiosidad de la que hablo en otro artículo.

Cubiertas de palma.

Al igual que ha sucedido con la paja y la caña, el sistema constructivo de las cubiertas de palma se ha visto modernizado y estandarizado. El uso tradicional de la palma se asemeja mucho a un tejido, entrelazando el material hasta conseguir una especie de telar que cubra toda la extensión de la cubierta, lo que se repite apilando varias capas hasta conseguir la impermeabilización deseada.

También se pueden apilar las hojas enteras de palma, como reflejan los siguientes detalles con palma de guano. Los tallos pueden igualmente cortarse por la mitad y vaciarse, para su utilización en canalones e incluso tejas.

En la actualidad, se utiliza más frecuentemente la palma sintética, lo que altera claramente la esencia del sistema constructivo, ya que la cubierta deja de ser transpirable, aunque su durabilidad es por supuesto mayor y no requiere tanto mantenimiento. El proceso de montaje de la palma sintética es similar al de la paja, por superposición de tiras, solapándolas desde el alero hasta la cumbrera.

El aspecto que se consigue difiere bastante del de la palma natural, lo que se nota especialmente al interior de la cubierta.

Interior cubierta de palma natural
Interior cubierta de palma sintética

Referencias.

La arquitectura de la tierra, cubiertas rústicas

4 comentarios en “Cubiertas de paja, de caña o de palma.”

  1. La palma es utilizada como techado y también como pared en algunos lugares turísticos
    Lo que yo quisiera saber es , ¿cuantos puede ir de palma en 50 metros como pared ?

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    1. Buenos días. No sé si te refieres a 50m de desarrollo horizontal o en altura. En cualquier caso, se trata de un material tratado como acabado, independiente de la estructura o subestructura de apoyo, así que puedes hacer las formas y alturas que quieras, y luego lo revistes de palma. A nivel constructivo tendrás que cuidar las partes más bajas del cerramiento, en contacto con el terreno (evitar humedades) o en contacto cercano con la gente (por temas de durabilidad). Otro tema es que quieras que el material forme parte de la estructura. En este caso estaríamos hablando de construcciones como el templo de Luum, o los centros comunitarios de Naiju y Uchino. Puedes buscarlos en el blog. Un saludo!

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    1. Una de las ventajas de este tipo de construcción es su carácter local, lo cual resulta más sostenible, pero por ello también es más difícil fijar un precio. Todo dependerá de los profesionales del lugar, las técnicas y el clima de la zona, la altura de trabajo… Para que te hagas una idea, he visto precios de 100 € / m2, y otras ofertas entre 250 y 400 € / m2. Aún así, a día de hoy en España, bajarse de los 600 € / m2 es un riesgo. Tendrás que tener en cuenta igualmente el mantenimiento y que este tipo de cubiertas necesitan ser renovadas, en algunos casos cada 10 años. Yo te aconsejo que consultes a los profesionales más cercanos para que te orienten. Saludos!

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