Allá por el año 1962, la empresa Miguel Just e Hijos inauguró “El Rebollet”, un ambicioso negocio a la vera de la Carretera de Gandía, entonces una de las principales arterias del turismo de la costa mediterránea. Contaba con una estación de servicio, tienda, una zona de lavado de coches, cafetería y restaurante, e incluso una segunda fase con un hotel de 100 habitaciones que nunca llegó a construirse.
El arquitecto barcelonés Juan de Haro Piñar fue el artífice de esta peculiar zona de descanso, que despertó tal expectativa que su inauguración contó con la presencia de las autoridades, bendiciones incluidas del obispo auxiliar.
Se divide en tres partes. Por un lado la zona de respostaje, al abrigo de la lluvia y del sol bajo cinco “setas” de hormigón de 8m de diámetro y de cinco, seis y siete metros de altura, una solución ideal que permite el paso de la luz difusa y de brisas de aire. Anexa a estas estructuras fungiformes se extiende otra estructura formada por 6 paraboloides hiperbólicos, con una zona de tienda y oficinas en su parte central, flanqueada a ambos lados por un espacio cubierto para el lavado de coches. Las dos soluciones estructurales, a la par que modernas para la España de entonces, se encuentran en la línea de muchas construcciones de la época en la que arquitectos e ingenieros como Felix Candela llevaban al límite las estructuras de hormigón buscando la forma más eficiente que pudiera cubrir el mayor espacio con el mínimo material.




El tercer edificio es el bar y restaurante, de estructura metálica y cerramientos acristalados siguiendo un perfil curvo, que por cierto se asemeja bastante al restaurante Ariston construido en 1948 por Marcel Breuer en Mar del Plata (Argentina). Ambos curiosamente comparten además un similar destino de abandono.






Las fotos más antiguas muestran una estación de servicio a las afueras de Oliva, con la carretera y el paisaje de único fondo. El crecimiento urbanístico acabó arrebatándole su horizonte, pero afortunadamente sin llegar a sucumbir a la especulación del ladrillo que bien hubiera podido causar su demolición. De hecho, después de más de 50 años de servicio, sigue en funcionamiento y en buen estado, al amparo de la protección del Ayuntamiento de Oliva que supo reconocer su valor arquitectónico… ¿o quizás también por el poder divino de la bendición obispal?…. bromas aparte, aunque sobreviviera a la expansión urbanística, la mano del hombre ha dejado ciertas secuelas. Comparando fotos de la época con los planos y el estado actual, se aprecia una clara diferencia bajo la cubierta hiperbólica.

Aunque los planos muestran un cerramiento acristalado hasta la lámina de hormigón, el volumen de oficinas se construyó sin llegar a tocarla, lo cual me parece incluso más acertado. Al independizar ambos volúmenes, el aire pasa bajo la cubierta, respeta su presencia y protagonismo, como una carpa bajo la que llegamos y montamos nuestro chiringuito. El cerramiento actual en cambio sube hasta la cubierta, ¡pero además es opaco! Y por supuesto que no falten las máquinas de aire acondicionado, que tenemos tan asumidas que ya se extienden por nuestras ciudades como verdaderos hongos invasores.
En cuanto al restaurante, actualmente se encuentra totalmente desmontado a excepción del esqueleto de su estructura metálica, que sirve de soporte para una lona publicitaria que promete unas futuras “viviendas de ensueño”. Quiero pensar que serán lo bastante listos como para respetar esa estructura e incorporarla en la futura construcción. Ya veremos en qué queda la cosa.
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Así se construyó … la estación de servicio El Rebollet.
Referencias
Brutalment Valencià – Estación de servicio El Rebollet, 1962 (Fotografías de Mercedes Navarro)
fppuche.wordpress.com – El Rebollet, una joya en Oliva.
XavierPastor.com – Arquitectura moderna: gasolinera El Rebollet – Oliva
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Hola, hay fotos mías sin atribución.
La fuente debería ser también de http://www.merxenavarro.com -> brutalmentvalencia.
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Buenas Merche, ya está referenciado. No lograba hacerlo ya que me sale error si intento acceder a merxenavarro.com, pero he encontrado otro blog tuyo de wordpress. Espero ahora esté todo correcto. Saludos.
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Muy interesante esta fusión entre Candela y Breuer. Gracias por compartir!
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De hecho, revisando el blog de Merche Navarro (ver enlace BrutalmentValencià), una lectora argentina comenta que tanto este edificio como el Centenary Pool en Australia se han inspirado en el Ariston de Breuer, así que duda resuelta. Estaba claro que tanto parecido no podría ser coincidencia.
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