Hace casi dos años, me animé a escribir sobre la casa Olfelt, con la sorpresa de una preocupante noticia sobre su venta e inminente reforma. Esta obra era, hasta la fecha, una de las pocas en mantenerse intactas desde su construcción en 1958; una casita icónica para los seguidores de Wright, pero carente de protección histórica. Este hecho, unido al hermetismo que rodeaba al proyecto de ampliación nos hacía temer lo peor.
Seguir leyendo ¡Al fin revelada la reforma de la casa Olfelt!Archivo de la categoría: Memoria crítica
Revelado el secreto del casi indestructible hormigón romano.
El hormigón armado es sin duda uno de los mayores aliados en la construcción moderna. Los avances técnicos han sido cuantiosos, poco tiene que ver el hormigón actual con el de mediados del siglo pasado, pero su uso se encuentra tan extendido que preocupa a muchos expertos no solo por su impacto ambiental, sino porque no deja de ser un material joven. Las teorías sobre su envejecimiento a largo plazo son solo eso, teorías, y distan de ser halagüeñas.
Seguir leyendo Revelado el secreto del casi indestructible hormigón romano.1968 · Casa Stevens
Esta curiosa casa fue un auténtico reto para Lautner. Ahora luce incluso más bella, pero tuvo que ser restaurada en 2007 después de sufrir graves alteraciones. Esta costosa operación no puede realmente considerarse económicamente rentable, pero los admiradores de Lautner lo agradecemos. Si quieres saber más… ya sabes, sigue leyendo…

La casa Olfelt, en serio peligro.
Esta pequeña residencia, una de las últimas de Wright, siempre me ha fascinado por su sencilla belleza, y por ser una de las pocas obras intactas desde su construcción en 1958. Una especie de cápsula del tiempo que desgraciadamente tiene sus días contados.

1962 · La estación de servicio El Rebollet
Allá por el año 1962, la empresa Miguel Just e Hijos inauguró “El Rebollet”, un ambicioso negocio a la vera de la Carretera de Gandía, entonces una de las principales arterias del turismo de la costa mediterránea. Contaba con una estación de servicio, tienda, una zona de lavado de coches, cafetería y restaurante, e incluso una segunda fase con un hotel de 100 habitaciones que nunca llegó a construirse.
Seguir leyendo 1962 · La estación de servicio El Rebollet“La tiré porque era mía”.
La semana pasada escribí un artículo de protesta sobre el derribo de la casa Guzmán por su heredero, al que no dejaba nada bien. Me ratifico en mis opiniones, pero lo que más aprecio aparte de la libertad para opinar es la verdad, y ésta tiene siempre muchas caras. De todas las publicaciones sobre esta noticia, voy a destacar la siguiente, de lasprovincias.es, sobre todo porque refleja una extensa opinión del dueño de la vivienda. Como ya he dicho, este derribo me parece un atropello, pero si queremos realmente evitar que esto vuelva a suceder, debemos asimilar la realidad desde todos los puntos de vista.
Seguir leyendo “La tiré porque era mía”.Demolida la casa Guzmán… que no nos arrebatan también nuestro recuerdo.
Yo que estaba entusiasmado por la entrada del 2017 para empezar con fuerza un año nuevo, pero se ve que las malas noticias se han adelantado ya que desgraciadamente nos han arrebatado la casa Guzmán.
Esta vivienda fue construida en 1972 por Alejandro de la Sota para uno de sus amigos, el ingeniero Enrique Guzmán, que la disfrutó hasta su fallecimiento en 2014. Sus herederos en cambio prefirieron demolerla para sustituirla por una construcción más del montón.
Seguir leyendo Demolida la casa Guzmán… que no nos arrebatan también nuestro recuerdo.La cruda realidad del destrozo del banco del futuro.
Resulta curioso recordar lo que puede llegar a provocar la competitividad en tiempos dorados. El pique que despertó la construcción del Gold Dome en 1958 con su emblemático diseño de “banco del futuro” tendría su respuesta 5 años más tarde con el encargo de otro banquero a Robert Roloff: “construye mi banco tan moderno que tu diseño del Gold Dome parezca construido en 1919”, a lo que además añadiría, “más que un banco, quiero que parezca un salón de cóctel”.
Seguir leyendo La cruda realidad del destrozo del banco del futuro.The Gold Dome, otro banco del futuro salvado de la demolición
Cuando Robert Roloff recibió el encargo del “banco del futuro” para el Citizens State Bank, pensó en una cúpula geodésica, quizás como un guiño al legado de Oklahoma al sector de la aviación y de la carrera espacial. Corría el año 1958, y se trataba de construir una sucursal emblema en la famosa Ruta 66 a su paso por Oklahoma City, y lo logró con la que sería la tercera cúpula de este tipo en todo el mundo y la primera en albergar un banco. Dorada como el optimismo económico que envolvía a la sociedad americana, recibió el apodo de “The Gold Dome” (la cúpula dorada).
Seguir leyendo The Gold Dome, otro banco del futuro salvado de la demolición¿Reconstruir la Pagoda de Fisac?
La demolición de los Laboratorios Jorba de Fisac, también conocida como Pagoda, ha sido una de las mayores meteduras de pata de Madrid, que para muchos además huele a mano negra con intereses ocultos. Nunca se llegó a dar una explicación realmente razonable sobre el porqué de la demolición de uno de los emblemas madrileños de la arquitectura moderna, pero parece que ahora existe cierto interés por su reconstrucción.
Seguir leyendo ¿Reconstruir la Pagoda de Fisac?Reciclaje de una gasolinera.
Esta antigua gasolinera se encuentra en la Bahía de Santander, construida en 1959 por el arquitecto cántabro Juan José Resines del Castillo. A pesar de su perfecto estado de conservación y de haber sido incluida en el año 2010 en el catálogo de la fundación DOCOMOMO Ibérico*, en 2014 estuvo a punto de ser demolida por el proyecto de Renzo Piano para la remodelación de los Jardines de Pereda. Gracias a la intervención del Colegio de Arquitectos de Cantabria logró salvarse, integrándose en el programa como una cafetería.
Seguir leyendo Reciclaje de una gasolinera.Waikapu, de casa de ensueño a club de golf
El club de golf King Kamehameha en Hawaii, antes conocido como Waikapu Valley Country Club, se construyó en 1993 inspirado una obra nunca realizada de Wright. Bajo la supervisión de la Escuela Taliesin, el nuevo diseño preserva la esencia del maestro, aunque personalmente creo que se han permitido ciertas licencias poco ortodoxas que demuestran que a golpe de talonario a veces todo vale. Pero primero veamos cómo empezó todo.
Seguir leyendo Waikapu, de casa de ensueño a club de golfLos orígenes de los apartamentos sociales en Chicago.
Con el poco interés que mostraba Wright por la ciudad de su tiempo, resulta extraño asociarle a un proyecto urbano, y menos de apartamentos. En cambio aquí los tenemos, el Waller y el Francisco Terrace Apartments, dos proyectos que realizaría en 1895, con tan solo 28 años, poco después de ser despedido del estudio Adler & Sullivan.
Situados en un barrio humilde de Chicago, lo que queda de estos edificios no representa el mejor sitio para vivir, pero su interés histórico permanece por ser uno de los primeros proyectos de viviendas comunitarias y sociales… las primeras VPO quizás? Orientados a alquileres de bajo coste reduciendo el margen de beneficio al 3%, el señor Waller construyó estos apartamentos para la creciente clase obrera de Chicago de finales del sXIX.
Seguir leyendo Los orígenes de los apartamentos sociales en Chicago.Wright, el arquitecto de los derrumbes.
Os rescato un excelente artículo de Hugh Pearman que repasa la controvertida vida y obra de Wright.
Fue publicado en julio de 2005 en un Magazine de ElMundo, por lo que alguna información como el estado ruinoso de la casa Ennis es ya agua pasada. Coincido con su exposición, pero quiero resaltar ciertos matices.
Analizar sus fracasos con un punto de vista actual es un tanto injusto. Tanto su vida como su obra han hecho correr ríos de tinta, pero como con muchos otros, las historias que los demonizan o divinizan resultan exageradas y distorsionan la realidad. Cada obra debe contextualizarse a su época.
Seguir leyendo Wright, el arquitecto de los derrumbes.Wright, siempre en busca de líos….
En una conferencia de 1931 realizada en el Instituto de Arte de Chicago, Wright dejó bien patente el ambiente en el que se movía en su época de Oak Park tras la construcción de la casa Winslow en 1893. Ahora todos apreciamos la belleza que impregna el sentido orgánico a sus obras, pero tras leer el siguiente párrafo, cuesta creer que hubiera valientes dispuestos a contratarle!
Al principio los banqueros se negaron a dar créditos para las casas, y hubo que buscar amigos para que financiaran las primeras construcciones. Los vendedores de materiales leían el nombre de los planos, cuando se les pedían cotizaciones, y volvían a enrollarlos, y se los devolvían al contratista, indicando que “no buscaban líos”. A menudo los contratistas no entendían correctamente los planos, que eran radicalmente diferentes, porque había que eliminar muchas cosas de la construcción…. Los decoradores en busca de trabajo visitaban a los dueños, se enteraban del nombre del arquitecto, levantaban sus sombreros, y girando sobre los talones se alejaban con un cortante y sarcástico “Buenos días”… Todos los dueños de las casas estaban sujetos a la curiosidad, a veces a la admiración, y con más frecuencia al ridículo del “egotista del medio del camino”. Además, ellos “tenían algo encima”, cuando eran dueños de una casa como ésa. “¿La soga del mono?”.
Extracto del libro “El futuro de la arquitectura”, F.L. Wright.
Petra, obra póstuma o mera imitación de Wright?
Mucho se ha escrito sobre el romántico regalo de cumpleaños de Bratt Pitt, una isla en forma de corazón con una de las mejores obras de su arquitecto favorito, Frank Lloyd Wright. Este tipo de noticias corren como la pólvora, y más en internet, por lo que he decidido adelantar este artículo.
Poco o nada hablaré sobre los caprichos de la naturaleza por las islas en forma de corazón, pero sí debo puntualizar que esta casa no es realmente una obra de Wright; o sí lo es? Vosotros decidiréis…
Seguir leyendo Petra, obra póstuma o mera imitación de Wright?La casa Westcott, rescatada del olvido.
En 1904, una progresista señora Westcott confiaría la construcción de su vivienda familiar a un no muy conocido, pero ya controvertido Wright.
Finalizada en 1908, la casa Westcott es la primera de las doce obras de Wright en el estado de Ohio, y la única del estilo “Prairie House”. En su momento fue considerada una de las mejores obras de Wright de ese periodo, influyendo en posteriores obras como la casa Robie. Además de ser una de las primeras viviendas de Springfield en instalar electricidad, su ubicación en el 1340 del East High Street reforzaría si cabe su modernidad en claro contraste con un vecindario de mansiones Victorianas y Queen Anne.
El destino en cambio quiso que pasara de figurar en el portfolio Wasmuth, la primera y mayor publicación de la obra de Wright, de gran influencia en Europa, a caer en el olvido tras casi 60 años de cambios de dueños y sucesivas reformas.
El incendio del estudio Taliesin en el que se perdieron la mayoría de los planos de ésta y muchas otras obras no hizo más que sellar su destino. Su progresiva transformación y la falta de documentación que recordara su estado original la hicieron desaparecer de los libros y memoria de la mayoría de críticos.
Historia de cambios y reformas.
Este proyecto responde al conocido desarrollo programático horizontal del estilo “pradera”, uniendo el volumen de la vivienda de 6 dormitorios al de las cocheras con un paseo pergolado. Dos espacios abiertos quedan así definidos, uno ajardinado a norte y otro a sur con terraza y estanque. La familia Westcott residiría 15 años en esta vivienda sin realizar prácticamente ninguna alteración, a excepción de la sustitución del estanque por un huerto.
Tras la muerte de Orpha Westcott en 1923 y de Burton Westcott tres años después, la casa pasó a manos de Roscoe Pierce de 1926 hasta 1941. En ese periodo, las terrazas a ambos lados de los dormitorios de la planta superior fueron condenadas, además de añadirse un volumen anexo en la parte trasera.
Las intervenciones más desafortunadas se produjeron con Eva Linton, la siguiente propietaria, que dividiría la casa en la década de los 40 en cinco apartamentos para alquiler. La diafanidad de la planta baja desapareció tras los tabiques divisorios, abriéndose otros huecos de paso en los muros existentes. Como consecuencia, casi la totalidad de los muebles originales de Wright, muchos de ellos encastrados en las paredes, desaparecieron junto con todo su interés como obra arquitectónica de referencia.
Los revestimientos interiores sufrieron muchas modificaciones. Debido a los muy diversos usos que experimentó este edificio, algunas estancias se pintaron sucesivamente cada seis meses, incluso directamente sobre el alicatado en uno de los baños; otros muros fueron empanelados, mientras que una minoría solo fueron alterados un par de veces respecto a su estado original.
Muchas otras intervenciones alteraron el sentido de unidad de esta vivienda, como es el caso de sus características cubiertas de tejas cerámicas rojas, reemplazadas por tela asfáltica. La galería representa otro elemento de diálogo entre vivienda y cocheras, manteniendo una relación directa con el jardín hacia un lado, y con el parque hacia el otro a través de una celosía de madera. La falta de sensibilidad por este elemento compositivo de espíritu japonés lo haría desaparecer de un plumazo para albergar un trastero. La calidad del espacio abierto sería sacrificado por una simple necesidad de almacenaje, perdiéndose las luminarias de colores, las celosías y los motivos decorativos del suelo bajo una capa de hormigón. El conjunto original de puertas del garaje también fue sustituido por una puerta de menores dimensiones.
Dorothy Snyder heredó la propiedad en 1981, pasando a ser administrada por su hijo Ken en 1984, quien finalmente la compraría en 1988 junto a su esposa Sherri Snyder. Al encontrarse la casa principal ocupada por inquilinos, la pareja Snyder residía en lo que originalmente eran las cocheras.
Desafiando el olvido colectivo de la casa Westcott, la pareja estaba decidida en restaurar esta vivienda, una ardua tarea que acabaría recayendo únicamente en Sherri tras la muerte repentina de su marido en 1991. A pesar de toda la inversión realizada, el avanzado deterioro del edificio solo la permitía intervenir para impedir su ruina, agotando casi todos sus ahorros.
Restauración.
En el año 2001, tras un largo proceso de negociaciones, Sherri Snyder accedería a vender la vivienda a la Frank Lloyd Wright Conservancy, una organización de Chicago para la preservación de las obras de Wright. Posteriormente se crearía otra fundación orientada a su restauración y posterior utilización como museo y organización de eventos.
Dada la escasez de información, tanto escrita como gráfica, se requirió una extensa investigación previa con el fin de reunir datos tales como detalles, el color del estuco de las paredes, o el mobiliario original.
El proceso de restauración se prolongó durante 5 años, abarcando muchas y diferentes fases: estabilización de la estructura, demoliciones parciales de elementos añadidos, restauración de acabados interiores y exteriores, reproducción de los elementos de carpintería, mobiliario e iluminación, jardinería, además del añadido de mejoras como una instalación de calefacción y refrigeración geotérmica, ventilación y protección contra incendios.
Recuperación de la integridad estructural.
Diversos fueron los factores que llevaron la estructura de madera al borde del colapso, por lo que la primera fase se centró principalmente en recuperar la integridad estructural del edificio.
Un estudio del proyecto reveló que a pesar de que la estructura se realizara acorde a las prácticas constructivas de esa época, el diseño ejecutado se corresponde a una segunda versión de Wright, en la que no se realizarían cambios estructurales respecto a la versión anterior. Otro factor a tener en cuenta desde el punto de vista del diseño, es el de los aleros extremos tan característicos de la cubierta, que funcionaban como alas sometidas a la acción del viento. Como resultado de tantos esfuerzos prolongados en el tiempo, la estructura de la cubierta acabó flectando perdiendo la horizontalidad en sus extremos.
Por otro lado, su nuevo uso como museo y lugar de celebración de eventos supondría una mayor concentración de carga que el de una vivienda, por lo que la estructura original debía ser reforzada sin afectar a la distribución interior, una tarea que prometía ser difícil teniendo en cuenta su erróneo dimensionado de origen.
La aparición de termitas en gran parte de las vigas de madera agravó aún más la situación. En ese estado, si su restauración se hubiera retrasado un año más, la demolición de esta casa quizás no habría podido evitarse.
Las primeras demoliciones parciales se llevaron a cabo derribando los añadidos de la parte trasera de la vivienda, el almacén que sustituyó la galería y las ampliaciones que ocupaban los dos voladizos laterales de planta primera.
Los elementos de madera de todas las cubiertas se encontraban igualmente deteriorados por el mal estado de la cubierta asfáltica. Tras la sustitución de todo el entramado de madera, las cubiertas de la vivienda y las cocheras recuperarían al fin su aspecto original de tejas rojas cerámicas.
Los muros de fachada no se encontraban en mejor estado. Las patologías que presentaban reflejan claramente las consecuencias de los métodos constructivos de esa época que no incluían el uso de armados ni mallazos de acero de refuerzo en los muros, limitándose al simple vertido del hormigón. A esto habría que sumar el efecto de la vegetación y un mantenimiento escaso o nulo. Los muros más afectados fueron los de la fachada sur y el situado al este, en la galería hacia las cocheras.
En la fachada sur, la cimentación asentaría ante la carga transmitida por el muro, causando graves daños a las carpinterías de la planta baja y primera. Muchas otras grietas en el interior de la vivienda reflejaban esa misma circunstancia. El refuerzo de la cimentación era inevitable, no solo por su estado, sino sobre todo por el aumento de la carga estimada como museo. Muros de bloques de hormigón se ejecutaron de tal modo que aumentaran la superficie de apoyo de la cimentación existente, además de albergar las canalizaciones de las nuevas instalaciones térmicas y contra incendio.
En las siguientes fotos podemos apreciar los refuerzos de bloques de hormigón junto al refuerzo de la estructura de madera con nuevas vigas y pilares metálicos.
Restauración de carpinterías y acabados.
El asiento de los muros de fachada genera unas deformaciones en los paños verticales que inevitablemente dañan las carpinterías. A pesar de los refuerzos realizados en la fachada Sur, el pandeo sufrido por la cercha de madera longitudinal a la misma requería de un apuntalamiento provisional y preventivo. Su localización sobre la galería de ventanas dañó consecuentemente todas las carpinterías. Los análisis revelaron en ese momento que esa cercha habría sufrido un proceso prolongado de deterioro por pandeo debido a un error de dimensionado y a la acción del viento, por lo que tras el apuntalado de la cubierta se procedió a sustituir la estructura de madera dañada.
En la medida de lo posible, las reparaciones de las carpinterías de madera de este tipo de edificios se realizan sustituyendo exclusivamente las partes dañadas por piezas de madera de textura y resistencia similares a la original. Una vez aplicado un tratamiento adecuado, la intervención resulta inapreciable. Este es el caso de la puerta en la foto, que mantiene la madera original a excepción de su parte superior e inferior.
La extensión y diversidad de ventanas y vidrios que recorrían interiores y exteriores requirió de la colaboración de dos empresas: Whitney Stained Glass Studio (Cleveland) y Studio Arts & Glass. Studio Arts & Glass supervisó la restauración de cuatro lucernarios y tres de las galerías acristaladas, además de la restauración de las dos luminarias exteriores que lograron recuperarse, y la reproducción de 12 unidades más. Las restauradas pasaron a ser expuestas en el museo, mientras que las reproducciones iluminan la renovada galería. Las medidas de las particiones de zinc ya no se encuentran en el mercado, por lo que tuvieron que realizarse en taller, y en cuanto a los vidrios de color, se contactó con la empresa Wissmach Glass Co., al este de Virginia, que aún los realiza. Las medidas de los vidrios debían ser exactas debido a la reducida tolerancia de dilatación del zinc, que es posteriormente envejecido para asemejarse al original. En la foto podemos comparar la luminaria original a la izquierda con la nueva a la derecha.
La recuperación de los acabados se complicó por las sucesivas reformas sufridas durante años, por lo que fueron necesarias numerosas tomas y pruebas para determinar la pigmentación original de los mismos. En la siguiente foto podemos ver el estado en el que se encontraba el hall de acceso.
Otro ejemplo lo tenemos con el solado de los baños, de los que únicamente quedaban las dos piezas hexagonales en la parte inferior de la foto. Hasta encontrar un acabado semejante, se llegó incluso a barajar la posibilidad de colocar como alternativa unas piezas de menor tamaño.
Interiores y mobiliario.
La demolición de los tabiques divisorios en el año 2002 permite vislumbrar la fluidez perdida del espacio interior, en la que salón, sala comedor y librería son articulados por el muro-chimenea de ladrillo. En las fotos de 1908 podemos apreciar cómo los muros que flanquean la chimenea se interrumpen antes de llegar al techo, potenciando la continuidad visual del techo de las tres estancias. Estos separadores albergaban a un lado unos bancos corridos y al otro unos estantes con puertas acristaladas.
La reproducción del mobiliario y de las luminarias interiores fue posible gracias a las fotografías de archivo. En el caso del mueble encastrado en la pared del comedor, desaparecido en la década de los años 30, la fotografía tomada poco antes de terminarse la vivienda fue de gran ayuda. De ese mismo modo se realizó la mesa comedor con lámparas en las esquinas, un diseño muy similar al que se realizará más adelante en la casa Robie.
Reapertura al público.
Después de 5 años de costoso trabajo y un presupuesto que superó los 5 millones de dólares, la casa Westcott pudo reabrir sus puertas como museo en octubre de 2005. Esta obra ha sido, más que una restauración, el rescate de un olvido injusto de una obra con un fuerte papel en la carrera de Wright hacia la modernidad.
Galerías: recorrido del proceso de restauración.
Fase de restauración. Vídeos sobre la restauración.
Casa Westcott restaurada.
Saqueo, demolición y reconstrucción de la casa Martin.
La casa Darwin D. Martin es actualmente visitada y reverenciada como uno de los mejores exponentes del periodo “Prairie Houses” de Wright, un complejo residencial que integra seis edificios y múltiples jardines; pero debemos recordar que el estado actual de esta obra maestra se debe a una reciente reconstrucción.
El señor Martin, un adinerado empresario, contrató la construcción de su residencia a Wright después de que éste realizara la de su hermano en Oak Park. Pronto se convertiría en uno de sus mejores clientes, no poniendo límite alguno al presupuesto de ejecución. Algunas referencias cifran este último en 100.000 o 170.000 dólares, e incluso 300.000, unas cantidades igualmente desorbitadas si son comparadas con el de la vivienda de su hermano, de 5.000 dólares, más acorde al coste de la construcción de esa época.
Esta casa de la pradera era sencilla en formas, pero de una cuidada ejecución. Para hacernos una idea, únicamente la construcción de fábrica de ladrillo se prolongó durante dos años, en los cuales 50 hombres trabajaron diez horas al día, seis días a la semana, por un salario de 2 dólares diarios.
El conjunto integraba además un total de 394 diseños de ventanas con vidrios de colores, una riqueza cromática acorde a la ordenación y variedad floral de los jardines circundantes.
Toda esta belleza se mantuvo en pie durante casi tres décadas, hasta la Depresión, periodo en el cual la riqueza amasada por el señor Martin se desvaneció. Tras su muerte en 1935, su esposa fue incapaz de mantener la residencia, lo que derivó en su abandono en 1937. Durante más de una década, la totalidad del complejo estuvo expuesto a los elementos y a los saqueos en los que muchas de las lujosas vidrieras desaparecieron.
El estado de abandono de gran parte de los edificios hacía presagiar su demolición, hasta que en 1954, el arquitecto Sebastian Tauriello y su esposa se interesaron por la vivienda, aunque únicamente pudieron salvar la casa principal del trágico final: en 1962 se procedío a la demolición de la galería, las cocheras, la casa de la hija (la casa Barton), el invernadero y los jardines, dejando paso a la construcción de unos edificios de viviendas.
La casa Martin sobrevivió, pero fue dividida en dos apartamentos, además de la residencia del nuevo propietario. En 1966 fue adquirida por la Universidad Estatal de Nueva York, sirviendo de residencia para su rector.
En 1992 se fundó la “Martin House Restoration Corporation” con la finalidad de recuperar el estado original de la casa Martin. Tras la adquisición, una década después, de la vivienda principal, empezaría un largo proceso de compra de terrenos y demolición de los bloques de viviendas, que culminó con la reconstrucción integral del conjunto residencial desde 2004 hasta 2009.
Las labores en la vivienda principal, única superviviente hasta el momento, abarcaron la sustitución de todas sus cubiertas, la re-impermeabilización de la cimentación, la reposición de las vidrieras y la recuperación de los espacios interiores a su estado original.
La chimenea principal, exenta, estaba decorada en todo su perímetro con un diseño vegetal de Orlando Giannini, con cerca de 15.000 incrustaciones de bronce y vidrio de colores, destacando verdes y dorados. Pocas de estas piezas pudieron ser rescatadas, y se protegen actualmente tras un vidrio.
El 80% del mobiliario original, diseñado enteramente por Wright, pudo ser recuperado por el hijo del señor Martin y devuelto a su situación original en la casa Martin.
El coste de la restauración y reconstrucción integral del complejo ascendió a 50 millones de dólares. La búsqueda de la teja más adecuada resultó ardua y crucial, ya que la cubierta es un elemento que otorga un gran sentido de unidad al conjunto. Tras una búsqueda infructuosa en Estados Unidos, la teja adecuada se encontró en una fábrica francesa de Pontigny.
La siguiente imagen os enlazará directamente con una galería de fotos del conjunto de la cubierta de la Residencia Darwin D. Martin.
Web con galería de fotos del proceso de reconstrucción de la residencia Darwin D. Martin.
La primera casa Martin.
Para hacernos una idea del contexto histórico en el que se ideó la casa D.D. Martin, viene bien compararla con la casa en la que residió anteriormente el señor Martin, de estilo Queen Anne. Este estilo arquitectónico, aún sin tener nada que ver con la reina Anna (1702-14), fue bautizado así y desarrollado por un grupo de arquitectos ingleses de mediados del s.XIX, con Richard Norman Shaw a la cabeza. Importado con gran éxito a Estados Unidos en 1876 con la construcción de varios edificios del gobierno británico para la Exposición de Philadelphia, se afianzó como el estilo dominante para la arquitectura doméstica americana hasta 1900, perdiendo popularidad a lo largo de la primera década del s.XX.
Seguir leyendo La primera casa Martin.