¡Al fin revelada la reforma de la casa Olfelt!


Hace casi dos años, me animé a escribir sobre la casa Olfelt, con la sorpresa de una preocupante noticia sobre su venta e inminente reforma. Esta obra era, hasta la fecha, una de las pocas en mantenerse intactas desde su construcción en 1958; una casita icónica para los seguidores de Wright, pero carente de protección histórica. Este hecho, unido al hermetismo que rodeaba al proyecto de ampliación nos hacía temer lo peor.

Tras una expectante espera, el estudio de arquitectura Thread Collective revela al fin el nuevo aspecto de la casa Olfelt. Personalmente, el resultado me tranquiliza.

Quien confía en un arquitecto como Wright, asume un estilo de vida, y generalmente preserva su hogar con cariño como hicieron los Olfelt. Durante casi 60 años, esta casita de 140m2 les hizo disfrutar de un acogedor refugio en armonía con la naturaleza. Aun así, alcanzada la vejez, debemos reconocer que este grado de satisfacción suele verse superado por otras necesidades, como la de accesibilidad. Siendo realistas, tarde o temprano este tipo de viviendas se exponen a inevitables reformas que las conviertan en hogares de este siglo.  El cambio es sin duda una de las variables más imparables, la cuestión es cómo llevarlo a cabo. Entre los postulados de Wright sobre la arquitectura orgánica se incluye la ampliación de cualquiera de sus obras, respetando su ley interna de crecimiento de modo que parezca que siempre fue así.

Consciente de sus modestas dimensiones, Wright había previsto una hipotética ampliación  que nunca llegó a construirse. En su propuesta, podemos reconocer su estrategia de rodear y abrazar la colina en vez de posarse sobre ella. Desgraciadamente, las actuales normas urbanísticas en cuanto a retranqueos obligaron a plantear una solución alternativa.

En esta ampliación, el enfoque de modernización de Thread Collective se basa en una coherencia con los criterios de diseño de Wright, manteniendo siempre una visión integral entre paisajismo y arquitectura.

A fin de minimizar la alteración de la vivienda original, su ampliación se concibe como un volumen independiente cuya conexión es tangencial a través de un torreón de escaleras similar al volumen de la antigua cocina. Su construcción mimetiza en proporción y materiales al ala que albergaba los dormitorios. Sobre la colina trasera, se encuentra rodeada de varios árboles, camuflando así su presencia más elevada. Esta ubicación permite además preservar la famosa vista de la cubierta de acceso, al igual que el alzado trasero hacia el jardín.   

Sobre un garaje semienterrado, el nuevo volumen alberga el dormitorio principal, una pequeña biblioteca y un aseo, además de un ascensor que aporta a la vivienda el valor de la accesibilidad universal.

La distribución interior de la casa original ha sufrido igualmente alguna alteración. El dormitorio principal se mantiene, mientras que el espacio de los otros dos se libera para la nueva cocina. El baño de los hijos reduce sus dimensiones y se convierte en un aseo de cortesía, cediendo así su fachada a la nueva cocina y comunicar con la antigua, reconvertida en comedor.

Una de las versiones iniciales de Wright abría el paso de los dormitorios al jardín. Aunque esta opción fue rechazada por cuestiones de seguridad al tratarse de los cuartos de los niños,  Thread Collective la tomó de referencia para abrir esa fachada con grandes puertas acristaladas. La malla romboidal del suelo rojo Cherokee se extiende hacia la terraza, expandiendo literalmente el espacio de la cocina al exterior, hasta unirse de nuevo con el suelo de la sala de estar.   

El resto de la vivienda fue restaurado, en especial el mobiliario, sustituido en su casi totalidad respetando el diseño original. La nueva ubicación del comedor en la antigua cocina volvió innecesaria la mesa comedor del salón, que desapareció, aunque la famosa lámpara colgada permanece. Sus característicos detalles, como las luminarias triangulares del techo, fueron igualmente incluidos en las zonas renovadas.

Comprobar el alcance real de esta intervención ha aliviado en parte mi temor por perderse una de las muchas obras que más me apasionan de Wright. Sobre la distribución interior de la ampliación, poco se puede decir al carecerse de planos, aunque la ubicación del baño principal al final del ala, con su gran frente acristalado translúcido, no me convence. Esa ubicación en esquina, volcándose a una gran jardinera exterior, se merecía otro uso.

Los planos, tanto de la casa original como de la reformada, he intentado dibujarlos respetando el criterio y proporción de la malla triangular de Wright, ambos corregidos tras revisar las fotos disponibles. Aunque creo acercarme a las dimensiones reales, seguramente el ojo experto encuentre algún error.        

En cualquier caso, espero que esta casita siga siendo de vuestro agrado, aunque por supuesto se aceptan opiniones! 

Referencias

Web Thread Collective

Artículo «La casa Olfelt, en serio peligro»

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