Así se construyó… el Green School y Green Village


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Centro administrativo del Green School

La pareja de diseñadores y ecologistas John y Cynthia Hardy junto a su hija Elora llevan años desempeñando una labor de concienciación por una construcción sostenible. El bambú se ha convertido en la firma de su empresa de diseño IBUKU. Este material, con gran arraigo en la cultura balinesa y unas características técnicas, ecológicas y estéticas casi inmejorables, es sin duda el ideal para experimentar con visión de futuro en sus dos proyectos insignia en Bali: el Green School y el Green Village.

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Green Village

Aunque el uso del bambú se remonta a siglos atrás, su vulnerabilidad al ataque de insectos y hongos lo han relegado siempre a construcciones de carácter perecedero. En la actualidad, las técnicas de protección permiten convertirlo en un material duradero que, explotado de forma sostenible, podría ser la solución al progresivo agotamiento de las selvas tropicales. Con este propósito, IBUKU trabaja conjuntamente con la Fundación Merranggi, a cargo de las plantaciones de Bambú de la zona, y la empresa de construcción PT Bambu Pure que promueve el uso de este material como material primario de construcción en todas sus vertientes, desde la estructura, acabados, hasta el mobiliario..

La estrategia de diseño y construcción en IBUKU es similar en todos sus proyectos. Aún así, la estandarización resulta casi imposible, no pudiendo prescindir de las soluciones constructivas y mano de obra artesanales. La versatilidad de este material y la adaptación del diseño al lugar hacen además de cada construcción una obra única. Como anécdota, aunque las 9 casas del Green Village parecen semejantes, fijaros en las barandillas, son todas diferentes!

La variedad de bambú utilizada es la DendrocalamusAsper, conocida en Indonesia como Petung, que recolectan de los cultivos sostenibles de las islas de Bali y Java. Tras un tratamiento con sales de boro su durabilidad aumenta considerablemente al volverlo indigerible para los insectos como termitas y escarabajos.

Una vez seleccionado el material, la primera fase consiste en la realización de una maqueta a escala con palillos de bambú, que posteriormente se modela en un programa 3D para comprobar su viabilidad estructural.

Cada construcción se adapta a la perfección a su entorno, seleccionando los puntos de apoyo de modo que no sea necesaria la tala de árboles. La inclinación y multiplicación de los postes estructurales flexibiliza la posición de estos apoyos, además de lograr un conjunto estructural de mejor comportamiento ante movimientos sísmicos. Por otro lado, esta inclinación permite proyectar la cubierta hacia el exterior convirtiéndola en una “pamela” protectora  no sólo del espacio interior, sino también de la estructura. La exposición del bambú al sol podría alterar su color, pero también su densidad. La durabilidad de la construcción depende por tanto de no verse expuesta al sol directo o a cualquier inclemencia del tiempo.

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Aunque el bambú se utilice como material estructural primario, otros materiales son necesarios como el hormigón armado junto a piedras para reforzar los cimientos y alejar el bambú de la humedad del terreno.  En la cubierta, las tejas de bambú son protegidas con un esmalte de aluminio, una solución que personalmente me intriga, no por su efectividad, que lo es, sino porque el proceso de fabricación del aluminio es altamente contaminante, y nos encontramos en un poblado ecologista… Si alguien tiene algún dato al respecto, le agradeceré su opinión.

Ejemplo de apoyo en piedras.
Ejemplo de apoyo en piedras.
Ejecución de cubierta
Ejecución de cubierta

En cualquier caso, tanto el Green School como el Green village se han convertido en un laboratorio dispuesto a poner a prueba nuestros conocimientos sobre este material. Cualquier manual de construcción limita su uso a una altura máxima a dos plantas, pero en este poblado se rompen todas las reglas. Las soluciones constructivas como las uniones no dejan de ser tradicionales, ya que las limitaciones del bambú son bien conocidas, como la imposibilidad de usar clavos por su extrema hendibilidad; pero el ingenio unido a una cuidada mano de obra ha permitido realizar estructuras de hasta 6 plantas de altura a la que se accede por un túnel de 15m de largo como es el caso de Sharma Springs, o el puente de bambú más largo de Asia, con una luz de 23m.

Sharma Springs
Sharma Springs

Para hacernos una idea, la estructura de las 9 viviendas del poblado han requerido del orden de 1.200 postes de bambú que equivalen a 8.100m lineales, mientras que tan solo la estructura en triple espiral de la escuela ha supuesto un total de 2.630 cañas en 37.000m lineales.

En los edificios altos se hace recurrente el uso de un núcleo estructural compuesto por postes de bambú, una “espina dorsal” que puede llegar a ser doble como es el caso de Sharma Springs. Estas robustas cañas se inclinan y unifican sus fuerzas en una gran columna que parece girar de los cimientos a la cubierta. La correcta selección de las cañas es vital, con un periodo de crecimiento no menor a 3, o incluso 4 años, de trazado recto y con los mayores diámetros, paredes gruesas y nudos próximos que proporcionen una buena resistencia a pandeo. Estas cañas son especialmente resistentes, más aún conociendo la tendencia de este material a fisurar, ya que si nos fijamos, la solidaridad entre estos postes se realiza con pasadores a diversas alturas, eso sí, siempre cercanos a algún nudo.

Sunrise_nucleo 1

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El Puente del Milenio es otro ejemplo de la alta resistencia del bambú, pero esta vez a tracción. Realizado con 192 postes en representación de todos los países del mundo (una justificación por mi parte bastante irrelevante), se realizó de forma artesanal gracias a donaciones locales, con una forma curva al estilo Minangkabau que recuerda, según la tradición, a los cuernos de un búfalo.

Maqueta del puente del milenio
Maqueta del puente del milenio
Puente_Construcción

Puente_construcción 2

Más allá de estas estructuras, el equipo de IBUKU diseña los interiores sacando todo el partido al bambú en suelos, escaleras, mobiliario y cualquier accesorio. Las viviendas permiten licencias puntuales de alto diseño con otros materiales como piedras del lugar para impresionantes encimeras, fregaderos o incluso bañeras… otros completamente realizados con cobre o bronce, paredes de papel o cualquier otro detalle que nos pueda ofrecer el talento artesanal de la localidad.

Pueden usarse medias cañas de bambú para canalones o cualquier otro tipo de canalizaciones tras haberse eliminado la partición interior que rigidiza esta planta. Un detalle muy interesante es la reutilización de ese rigidizador en las particiones interiores o barandillas. Al carecer de función estructural, la curvatura natural de la caña carece de importancia, e incluso le da un toque original a los cerramientos.

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