Al sur del Parque Nacional de Gauja, en Letonia, se encuentra Amatciens, un bello y apartado paraje salpicado de lagos, islas y colinas arboladas que el señor Aivars Zvirbulis convirtió en su hogar. A pesar de ser poco conocido, se ha convertido en una comunidad internacional que atrae a los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Si estás dispuesto a invertir cerca de 200.000€ y a respetar algunas normas de diseño, serás bienvenido para construir allí tu residencia. Aunque existe cierta flexibilidad, las cubiertas deben ser de paja, troncos tallados, cerámica o cemento, además de escoger una ubicación que no oculte el paisaje a ningún vecino. A excepción de una vía principal, todos los caminos son de tierra, y no se permiten actividades que sean ruidosas, por lo que no encontrarás ninguna lancha a motor. Si quieres barca, debes remar. Este paraíso está para disfrutar de paseos, pesca, de una serena conexión con la naturaleza, sus olores y sonidos, animales en libertad…
